El LSD (dietilamida del ácido lisérgico) es una droga alucinógena. Las drogas alucinógenas cambian la forma en que la gente experimenta el mundo que le rodea.
acid, sugar cubes, white lightning, dose, tripping, blotter en EE.UU. En español, se llama ácido, bicho, sello, ajo, barman, terrón de azúcar, Lucy en el cielo con diamantes (de la canción de los Beetles: Lucy in Sky with Diamonds”), micro-punto, papel, “tripi”, Superman, soles y zen.
El LSD es inodoro, incoloro e insípido. Se puede dividir en cuadraditos de papel que la gente chupa o traga.
El LSD altera el sentido del espacio, la distancia y el tiempo. La gente dice que “oye” colores y/o que “ve” sonidos, y tiene sensaciones extrañas y emociones fuertes.
Muchos consumidores hablan de haber tenido “viajes de ácido", cuando los efectos de la droga no remiten y pueden durar hasta 12 horas. El LSD puede provocar “viajes malos" o muy desagradables, donde se siente pánico, confusión, tristeza y se ven imágenes terroríficas. Puede haber reacciones negativas incluso en el primer viaje, y el consumidor puede tener flashbacks o “recuerdos recurrentes”, donde re-experimentará las sensaciones desagradables del mal viaje incluso después de que la droga haya dejado de hacer efecto.
Puesto que el LSD puede alterar la capacidad de juicio y el comportamiento de la persona, sus consumidores se pueden encontrar a sí mismos en situaciones peligrosas.
Entre los cambios físicos que puede causar esta droga, se incluye la subida de la tensión arterial y el aumento de la frecuencia cardíaca, los temblores y las sacudidas musculares, la dilatación de las pupilas, los sudores, el insomnio y la pérdida del apetito.
El LSD puede dañar el cuerpo de diferentes maneras y puede llevar a padecimientos como:
Aumento en el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, la frecuencia respiratoria y la temperatura corporal
Insomnio, inapetencia, temblores y sudoración
Problemas mentales que incluyen ansiedad, depresión y esquizofrenia